La fiebre es uno de los motivos más frecuentes de visita al pediatra y para una correcta actuación y valoración ante ella os proponemos actualizarvuestros conocimientos para que podáis responder a estas «3 preguntas clave»:
¿Qué es la fiebre y qué tengo que conocer sobre ella?
Si tiene fiebre, ¿qué debo de controlar en mi Hij@?
¿Cómo tengo que actuar ante la fiebre?
Para empezar a fijar ideas, te proponemos la siguiente Encuesta.
¡Tranquilos !, NO es un examen. Se trata simplemente de auto-evaluar vuestros conocimientos sobre el tema.
Señala las respuestas que te parezcan correctas y al final de este artículo en la presentación «Fiebre en el niñ@» resolvemos todas vuestras dudas.
Muere una niña de 12 años por un coma etílico durante un botellón
Esto, que sucedió en Madrid podía haber sucedido en cualquiera de nuestras comarcas. Porque con más frecuencia de lo que sería deseable, los servicios de urgencias atienden adolescentes en condiciones deplorables después de la ingesta de alcohol.
Que el consumo de alcohol en adolescente se ha disparado en los últimos años sin duda no es ninguna novedad. Pero que no lo sea, no significa que no sea un problema de gran índole y que deba preocupar y mucho. Se trata del mayor problema de drogadicción por número de consumidores, por penetración social y por la combinación de sus consecuencias, tanto en el ámbito familiar, laboral y social, como en casos de violencia de género, accidentes de tráfico o laborales.
Es conocido que en la adolescencia se produce un proceso de mielinización y maduración de las estructuras cerebrales, el córtex prefrontal y el sistema límbico. Este delicado proceso se ve dañado por el consumo de alcohol. Estas alteraciones se producen incluso con consumos no excesivamente grandes de alcohol, pero que resultan dañinos para un cerebro todavía en desarrollo.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud recomienda un consumo CERO de alcohol antes de los 18 años debido a la inmadurez de los tejidos y el metabolismo.
Los padres saben que sus hijos consumen, pero tienden a normalizar el problema. Creen que es normal que en una fiesta de quince años se haga un brindis, que salgan de noche y se tomen un cubata. Los padres tienen una influencia determinante en el consumo de bebidas alcohólicas por sus hijos adolescentes, sus actitudes y comportamientos, son muy importantes en la manera como los adolescentes se relacionarán con el alcohol.
La desaprobación de esos comportamientos no implica confrontación, ni actitudes hostiles y sancionatorias, el no estar de acuerdo con que los menores consuman alcohol puede transmitirse con la convicción de los efectos perjudiciales que el alcohol tiene sobre un cerebro en desarrollo.
La alimentación de las madres, desde incluso antes de la gestación, juega un papel fundamental para favorecer el mejor estado de salud materno-infantil.
Unos hábitos de vida saludables, además de una dieta adecuada y un control adecuado de la gestación y la lactancia, son fundamentales para conseguir un buen pronóstico en el embarazo y la lactancia.
Para saber más, accede a la siguiente información gráfica, clicando en la imagen
Alimentación durante el Embarazo y la Lactancia
Fuente: Infoalimenta.com
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Durante la gestación tiene lugar una serie de cambios adaptativos en la mujer cuya finalidad es mantener tanto el crecimiento y desarrollo óptimo del feto, como preparar su organismo para enfrentarse con éxito al parto y la lactancia. Se producen cambios a nivel hormonal, digestivo, circulatorio, renal, piel, columna vertebral y cambios psicológicos entre los que se encuentran la aceptación del embarazo y los cambios que este conlleva.No debemos dejarnos llevar por viejas creencias como que hay que comer por dos y que los antojos no cumplidos dejan marcas fisicas en el bebé.
¿QUÉ TENEMOS QUE SABER?
NECESIDADES ENERGÉTICAS
Primer trimestre:
En el momento en que una mujer se queda embarazada uno de los cambios importantes es el enlentecimiento de la digestión. El objetivo de esto es que el alimento permanezca durante más tiempo en el intestino y, en consecuencia, la absorción de nutrientes sea mayor.
Las necesidades calóricas deben aumentar 300 kcal/día aproximadamente asegurando un aporte de nutrientes de buena calidad llevando una dieta variada, equilibrada y moderada. La ganancia de peso en estos meses es muy baja, entre 0 y 1 kg aproximadamente.
Segundo trimestre: el aporte calórico es fundamental ya que si no se asegura podría comprometerse la futura lactancia. Si antes del embarazo se necesitaban 2200 Kcal/día durante la segunda mitad de la gestación se debería aumentar 340 kcal/día aproximadamente ,lógicamente estos valores varían en función del peso previo de la embarazada. Se debe incrementar el peso entre 3 y 4 kg aproximadamente.
Tercer trimestre: se incrementa la demanda de energía (450kcal/día) y nutrientes porque el aumento de peso del feto es muy elevado, por lo que la mayor ganancia de peso se produce en esta etapa llegando a coger 8kg aproximadamente, dependerá de nuevo del peso previo de la mujer.
MACRONUTRIENTES
El perfil calórico de la dieta será el mismo que el de una mujer adulta.
Proteínas: 10-15% de las kcal ingeridas.
Hidratos de carbono: 50-55%de las kcal ingeridas.
Lípidos: 30-35% de las kcal ingeridas.
Hay que dar especial importancia a los AGP ( ácidos grasos polinsaturados) que son muy importantes para el crecimiento y desarrollo de los niños. Se aconseja tomar 1-2 veces/semana pescado azul pequeño, 3-4 veces/semana frutos secos, aceite de semillas y derivados.
MICRONUTRIENTES
Hierro: es un elemento mineral esencial para la vida ya que forma parte de la hemoglobina circulante y de la mioglobina presente en el músculo, así como de otras proteínas tisulares de gran importancia fisiológica para la respiración celular. Su déficit durante el embarazo se asocia con bajo peso al nacer, prematuridad y aumento de la mortalidad perinatal.
Los requerimientos de hierro están incrementados durante el embarazo, la dosis recomendada es de 25-27 mg/día, siendo sobre todo importante en el segundo y tercer trimestre. Podemos encontrar hierro en una multitud de alimentos animales y vegetales tales como: carne, hígado, huevos, pescado, almejas, mejillones, legumbres, acelgas, espinacas.
Calcio: es fundamental para el desarrollo óseo del feto, su déficit se ha relacionado con la aparición de preeclampsia (hipertensión prematura en el embarazo). Se recomienda consumir 1000 mg/día en la segunda mitad del embarazo sin que exista una recomendación universal para la ingesta de un suplemento de calcio. Las fuentes alimentarias de calcio principales son leche, yogur, cuajada, queso, acelgas, espinacas, escarola, frutos secos (almendras, avellanas, nueces) y legumbres (soja, lentejas, alubias, garbanzos).
Yodo: El yodo es un micronutriente esencial para el desarrollo neurológico del feto, su deficiencia durante el embarazo conlleva alteraciones como hipotiroidismo fetal que conlleva cretinismo, aborto….se recomienda la suplementación con yodo durante todo el embarazo y la lactancia siendo las recomendaciones entre 175-220 µg/día. Podemos encontrar yodo en alimentos como pescado de mar; caballa, verduras, carne, huevos, marisco, como recomendación utilizar sal yodada.
Zinc: contribuye a la síntesis normal del ADN, la suplementación con zinc consigue reducir significativamente los partos prematuros, la principal fuente alimentaria la constituyen los alimentos de origen animal y los cereales, siendo la recomendación para el embarazo de 10-11 mg/día.
Vitamina B9 (ácido fólico): es importantísima durante el embarazo, un déficit de ácido fólico es un factor de riesgo de defectos del tubo neural en el feto, también se ha asociado el déficit de esta vitamina con niveles elevados de homocisteína en sangre. Se mantiene la recomendación de 500-600 μg/díadurante todo el embarazo, esta recomendación se puede conseguir a partir de suplementos o bien a través de alimentos fortificados, los alimentos que aportan ácido fólico son vegetales de hoja verde, hígado, frutas, cereales, legumbres y frutos secos.
Vitamina B12: contribuye al proceso de división celular, la ingesta diaria recomendada es de 2,2 μg/día. Se encuentra exclusivamente en alimentos de origen animal (huevos, aves, carne, marisco y leche).
Vitamina A: Su déficit durante el embarazo se asocia a un aumento de la mortalidad materna, riesgo de parto prematuro y preeclampsia, se mantiene la recomendación de 800 μg/día. Se encuentra en los vegetales como la zanahoria, tomate, pimiento y los vegetales de hoja verde.
Vitamina C: contribuye a prevenir el estrés oxidativo. Las mujeres fumadoras podrían tener mayor riesgo de déficit, las recomendaciones en la segunda mitad de la gestación son de 80-85 mg/día para cubrir las necesidades fetales. La vitamina C está presente en cítricos como la naranja, mandarina, fres, kiwi, brócoli…
Vitamina D: la deficiencia grave durante el embarazo se asocia a problemas en el metabolismo del calcio en madre e hijo: raquitismo, hipocalcemia neonatal…la ingesta de 10-15 μg/día reduce la incidencia de hipocalcemia en el neonato. Hay que recordar que la fuente principal de vit D es la exposición a la luz solar aconsejándose una exposición al sol de 15 min diarios, como fuentes alimentarias se encuentran los lácteos y pescados como el salmón y el atún en conserva.
Vitamina E: la ingesta de esta vitamina esta aumentada un 25% con respecto a las mujeres no gestantes por su papel estimulante del crecimiento fetal .Se encuentra fundamentalmente en aceites vegetales, nueces, algunos cereales y vegetales de hoja verde.
Fibra: se ha comprobado que la dieta rica en fibra en todas las etapas de la vida y fundamentalmente, durante la gestación tiene efectos positivos en la prevención del exceso de peso, además el estreñimiento suele ser frecuente en la mujer embarazada, por lo que se aconseja aumentar la ingesta de fibra a 40 g/día.
Luteína y Zeaxantina son dos carotenoides que se encuentran en la yema del huevo proporcionan beneficios para la salud, ya que tienen efectos antioxidantes y anticancerígenos. El huevo es el único alimento de origen animal que aporta luteína y zeaxantina, y aunque su contenido es inferior al de algunas fuentes de origen vegetal, su biodisponibilidad es mayor, ya que se encuentran en la yema, un medio con alto contenido lipídico.
Estos compuestos aparecen en el plasma del cordón umbilical y en la leche materna, lo que también sugiere el gran interés que tiene su ingesta durante el embarazo, la lactancia y en los primeros meses de vida.
Consejos
No son recomendables durante el embarazo:
• Carnes poco hechas o crudas, en especial la de cerdo ya que puede haber riesgo de toxoplasmosis, enfermedad que puede provocar alteraciones congénitas en el recién nacido, por ello se aconseja cocinar siempre la carne por encima de 60ºC. • Pescado o marisco poco hecho o crudo, pues existe el riesgo de infección por anisakis, para destruir el anisakis es necesario congelar a -20ºC al menos 24h o cocinar a más de 60ºC durante 10min. • Alimentos no pasteurizados como quesos y pates caseros, existe riesgo de infección por listeria. • Pescados grandes como pez espada por posible alto contenido en mercurio pudiendo provocar daños en la madre y el bebé. • Brotes germinados y ensaladas crudas pues pueden contener virus, bacterias y parásitos, para eliminar el riesgo se recomienda utilizar desinfectantes alimentarios.
Consejos para desinfectar frutas y verduras antes de ser consumidas:
• Deben eliminarse las hojas externas que pueden estar dañadas o en mal estado. • Cuando se quiten las partes dañadas, lavarlas bien, para ello deben permanecer debajo del agua 2 min, puedes ayudarte de un cepillo si están muy sucias. • Después de lavarlas las desinfectamos dejándolas en remojo 10 min, puedes optar por utilizar: bicarbonato de sodio, diluyendo una cucharada sopera de bicarbonato en un litro de agua, lejía diluyendo 5 gotitas en un litro de agua, o vinagre diluyendo un vaso de este también en un litro. • Ahora sólo debes volver a lavar las frutas y verduras con agua fría hasta quitar el desinfectante de las mismas.
Mareos: Son frecuentes durante todo el embarazo, sobretodo por las mañanas. Empeoran cuando hay bajadas de tensión o de los niveles de azúcar en sangre. ¿Qué hacer?
Comer algo en la cama, antes de ponerse de pie (por ejemplo unos biscotes).
Comer poco pero a menudo, unas 6 o 7 veces al día.
Evitar las bebidas que contienen cafeína como el té, el café y las bebidas de cola.
Comer alimentos que aporten hidratos de carbono en todas las comidas. Puede ser en forma de pan, pasta, arroz, patata, legumbres, cereales o fruta.
Náuseas y vómitos: Para combatir las náuseas y los vómitos se deben seguir las mismas recomendaciones que para los mareos. Si aun así persisten:
Tomar infusiones de menta, comino o zumo de piña.
Tomar de primer plato en la comida y en la cena patata, pasta o arroz hervidos y con un poco de aceite de oliva.
Elegir verduras que sean fáciles de digerir como el calabacín, la calabaza, la zanahoria y la judía verde.
Tomar la fruta hervida o al horno.
Evitar las frutas cítricas como el zumo de naranja.
Tomar los lácteos en forma de yogur o queso, evitando beber leche.
Evitar las carnes más grasas y los embutidos.
No comer bollos, productos de pastelería, galletas, etc.
Evitar los alimentos crudos y elegir cocciones que faciliten la digestión: hervido, vapor, papillote, microondas.
Acidez o reflujo: Normalmente estas molestias aparecen los últimos meses de gestación, cuando el tamaño del feto es mayor y empieza a comprimir el estómago. Consejos para mejorar:
Evitar la fruta en ayunas y como postre.
Evitar alimentos ácidos y picantes: vinagre, limón, pimentón, etc.
Evitar los productos integrales o que contengan mucha cantidad de fibra.
Evitar bebidas con gas y con cafeína.
Evitar cocinar a la plancha y freír.
Moderar la cantidad de aceite de oliva que se usa para cocinar y para aliñar.
Evitar estar más de 3 horas sin ingerir alimentos. Fraccionar mucho las comidas y no ingerir grandes cantidades.
Estreñimiento: Es muy frecuente a partir del segundo trimestre del embarazo. No es aconsejable el uso de laxantes en embarazadas pero si se pueden administrar supositorios de glicerina y suplementos de fibra. Recomendaciones dietéticas:
Beber agua e infusiones o caldos durante todo el día. Llegar a los 2 litros en total.
Caminar y hacer ejercicio físico.
Comer alimentos vegetales en todas las comidas.
Tomar alimentos integrales, como el pan, todos los días.
Añadir semillas de lino a las ensaladas, los purés o al yogur.
Aliñar los platos con aceite de oliva crudo.
Tomar yogures con bífido-bacterias.
Calambres musculares: Se pueden padecer calambres musculares a partir del segundo mes de embarazo. La dieta para ayudar a combatirlos debe contener:
Alimentos ricos en vitaminas del grupo B, como cereales, legumbres, carne, pescado, huevos o lácteos.
Alimentos ricos en magnesio, como frutos secos, legumbres, frutas desecadas, plátanos o verduras de hoja verde (espinacas, acelgas).
Insomnio: Suele ocurrir hacia el final del embarazo. Recomendaciones:
Cenar pronto y ligero. Por lo menos 2 horas antes de acostarse evitando sofritos y fritos.
Consumir alimentos que aporten triptófano: huevos, pollo, jamón o pescado azul y beber un vaso de leche caliente antes de acostarse.
Eliminar de la alimentación el café, el chocolate, el té, las bebidas de cola, el mate, el guaraná y el ginseng.
Fuentes: Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), 2010. Institute of Medicine and National Research Council. Weight gain during pregnancy: re-examining the guidelines. Washington DC: The National Academy Press; 2009; Food and Nutrition Board, Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes for Calcium and Vitamine D, 2011. Reglamento Nº 432/2012 de la Comisión Europea. Tríptico FESNAD “En el Embarazo y La Lactancia, Comer Bien es el Mejor Te Quiero”, 2015.
Imagina que el grupo de amigos de tu hijo ha quedado para verse el fin de semana. Imagina que en ese grupo ya hay quien ha probado el alcohol y propone llevarlo a la reunión.
¿Puedes imaginar lo que pasa por la cabeza de tu hijo entonces? ¿Qué te gustaría contarle?… En la siguiente GUÍA (clica en la imagen)encontrarás las respuestas que querría escuchar tu hijo y las 100 razones que podrías darle para que no consuma ni una gota de alcohol.
El citomegalovirus o CMV, por sus siglas en inglés, es un virus común que infecta a personas de todas las edades.
La mayoría de los niños y adultos infectados por el citomegalovirus no presentan síntomas y ni siquiera saben que han sido infectados. Otros pueden tener una forma leve de la enfermedad. Algunos de los síntomas son fiebre, dolor de garganta, fatiga y glándulas inflamadas. Estos síntomas son similares a los de otras enfermedades, por lo que la mayoría de las personas no saben que están infectadas por el citomegalovirus.
Las madres que contraen la infección por citomegalovirus por primera vez cuando están embarazadas, tienen probabilidad de que hasta 1 de cada 3 se la transmita a su bebé en gestación. El bebé afectado por una infección congénita por CMV puede tener importantes problemas de salud. La infección congénita por CMV es una de las más importantes infecciones fetales virales, no solo por su frecuencia, sino por las importantes secuelas que puede producir.Se estima que la infección congénita por CMV afecta al 0,2-2,5% de los recién nacidos vivos. La primoinfección durante el embarazo ocurre en el 1-4% de las gestantes. El 40% de los fetos se afectará, siendo el 10% de estos sintomáticos al nacimiento. De los asintomáticos, el 13% desarrollarán secuelas permanentes, principalmente hipoacusia neurosensorial.
Una de las características comunes que nos encontramos en la inmensa mayoría de los casos que conocemos de niños afectados por citomegalovirus congénito es que tienen un hermano/a dos o tres años mayor que él. El contagio se produce principalmente en la edad preescolar. Las guarderías son el caldo de cultivo idóneo para el contagio y el niño tras infectarse se lo transmite a su madre durante el embarazo. Casi la mitad de los niños escolarizados en guarderías excretan CMV por orina y saliva durante al menos 2 años de vida. Esto explica que el principal factor de riesgo para la embarazada sea el contacto directo con estos niños.
Para evitar este contagio, las madres embarazadas tienen que seguir estas normas de higiene (normas del CDC):
Lavarse las manos a menudo con agua y jabón, especialmente después de:
Cambiar pañales, alimentar al niño, limpiarle la nariz o la baba, tocar sus juguetes y tocar su saliva o secreciones nasales (mocos).
Si no hay agua, usar un desinfectante para manos a base de alcohol.
No compartir con los niños pequeños alimentos, bebidas ni cubiertos.
No llevarse a la boca el chupete del bebé.
Evitar el contacto con la saliva cuando le dé besos al niño.
Limpiar los juguetes, superficies de las mesas y todo lo que entre en contacto con la orina o la saliva del niño.
Así de sencillo. Hay que adquirir estos hábitos e incorporarlos a nuestra «cultura general» de la misma manera que en su día aprendimos que para evitar la toxoplasmosis durante el embarazo hay asegurarse que la carne que se come esté bien hecha, el queso sea pasteurizado y evitar entrar en contacto con las deposiciones de los gatos.
De momento, la promoción de medidas higiénicas y hábitos de vida saludables en gestantes son el único y fundamental método en la prevención de la infección congénita por CMV. Existen vacunas en fase de experimentación pero actualmente ninguna ha demostrado eficacia suficiente.
La cena es, sin duda, uno de los momentos especiales del día para vivir en familia y olvidarnos -por un momento- del ajetreo del día a día. Y, sin embargo, los deberes y las actividades extra-escolares, y el cansancio por trabajo de los mayores, está provocando que estemos perdiendo este hábito que logra reunir a toda la familia al final del día.
“Estamos por encima de las seis horas de deberes semanales”
Los niños dedican un número excesivo de horas a los deberes, lo que repercute en sus horas de juego y convivencia familiar y de rebote en las cenas en familia. Así lo apunta el Informe PISA 2012, que indica que en este país se está por encima de las seis horas de deberes semanales, lo que lo sitúa como el quinto de la OCDE en el que más tiempo dedican los niños a los deberes.
Según el estudio, promovido de una conocida empresa multinacional sueca, que recoge los resultados de2.400 entrevistas realizadas en todo el ámbito nacional a padres con hijos de entre 7 y 17 años, niños y adolescentes de ese mismo rango de edad, así como a profesores de primaria y secundaria… se desprende que el 65% de los padres cree que sus hijos se sienten agobiados o cansados con el tiempo que dedican a los deberes..1 de cada 3 padres opina que los niños dedican a los deberes un tiempo excesivo. El 39% declara que sus hijos dedican de media entre 30 minutos y 1 hora al día y un 34,9% menciona que entre 1 y 2 horas.
“Con una hora diaria de deberes bastaría”
Por su parte los niños se sienten mal y presionados por los deberes en más de un 80% de los casos. Respecto a los profesores, el 88% considera que es suficiente dedicar a los deberes menos de una hora al día.
«Nada como cenar juntos para amueblarnos la cabeza«. Este es el lema de Cenología, la nueva campaña del gigante sueco, que nos recuerda que no hay nada mejor que disfrutar las cenas en familia
Descubre más sobre Cenología en su Vídeo de campaña.
Acaba de empezar el curso escolar y sale a la palestra un tema candente desde hace ya muchos años y es el peso de las mochilas escolares. Este año se ha dado un paso más y hay una iniciativa en Internet por parte de varioscompañeros, pediatras y médicos con el hastag#SinMochilas.
A partir de los 10 años aumenta el riesgo de que los niños sufran dolor de espalda. A los 15 años, más del 50% de los niños y casi el 70% de las niñas lo ha tenido alguna vez en su vida. Padecerlo a esas edades aumenta el riesgo de sufrirlo de manera crónica y padecer limitaciones de adulto. De ahí la importancia de aplicar medidas preventivas eficaces antes de esa edad.
Esperemos que esta llamada de atención empuje a Sociedades Científicas y Comunidad Educativa a trabajar conjuntamente en busca de soluciones.
La mochila más adecuada es la que tiene un compartimento trasero acolchado y con cinta de sujeción para material pesado, tirantes anchos, acolchados y regulables con forma ergonómica, correas para ajustar a la cintura y al pecho.
La mochila debe pesar menos del 10% del peso del niño y nunca sobrepasar el 15%. Es decir, si tu hijo pesa 20 kg, pesas su mochila y esta pesa 5 kg está acarreando un 25 % de su peso.
Hay que usar siempre las dos asas
En el siguiente vídeo podéis ver la forma más adecuada de llevar la mochila
Vídeo del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Y no olvides:
El sedentarismo dificulta el desarrollo óseo normal de la columna vertebral, conlleva la pérdida de fuerza y resistencia muscular y hace que la espalda sea más vulnerable al exceso de carga. De ahí la importancia del ejercicio físico
La cuestión acerca de estudiar, aprender, y cómo hacerlo más eficazmente ha sido una preocupación, y una ocupación, del ser humano desde sus comienzos. Recientemente tanto las neurociencias, como la psicología cognitiva han efectuado sustanciales aportes en este sentido. La Dra. Barbara Oakley en compañía del profesor Terrence Sejnowski, fundamentándose en conocimientos provenientes de las neurociencias y la psicología cognitiva, ofrecen una serie de consejos para estudiar, que junto a la experiencia en el proceso de enseñanza de Ricado T. Ricci pueden resultar útiles para estudiantes y docentes de los diferentes niveles educativos. Son una serie de consejos que de forma intuitiva hemos ido utilizando en nuestra propia formación a lo largo de los años.
Duerme lo suficiente para desintoxicar tu cerebro
Cuando dormimos nuestras células cerebrales se modifican ligeramente, permitiendo que las toxinas acumuladas durante la jornada de trabajo se eliminen convenientemente. Numerosos estudios de neurociencias cognitivas especialmente dedicados al estudio de los adolescentes en los Estados Unidos y en Inglaterra, han destacado insistentemente que los adolescentes necesitan más tiempo para dormir y que dormir las hora
Burla la Procastrinación con la técnica de Pomodoro
La procrastinación (del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro), postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables. Seguro que hay cosas que te apetecen más que estudiar
Existen tres tipos de procrastinación:
a) Por evasión, cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso.
b) Por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más remedio que realizarla.
c) Por indecisión, típico de las personas indecisas que intentan realizar la tarea pero se pierden en pensar la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión.
Cuando nos enfrentamos a algo que no queremos hacer, por ejemplo, trabajar en un problema difícil de matemáticas, enfrentar un tema del programa que no nos resulta agradable o no capta nuestro interés, los centros de dolor en nuestro cerebro se iluminan (activan), y nuestra reacción inicial puede ser evitar esa sensación, huyendo de ella o posponiendo la tarea sin límite.
Las neurociencias nos explican que la reacción negativa inicial desaparecerá después de un corto período de tiempo. Es necesario apelar a alguna ayuda que nos permita resistir a la tentación del aplazamiento con su consiguiente distracción. Debemos hallar una táctica que permita protegernos.
Un método para hacer esto es la Técnica Pomodoro, en la cual se establece un temporizador de 25 minutos para la actividad enfocada y luego tomar un descanso de 5 minutos.
Habitualmente podemos sentirnos mucho mejor iniciando una tarea desagradable, cuando sabemos que es sólo por un corto tiempo y con duración prefijada. Si te enfrentas a un largo texto o un problema difícil que no te motiva esta es una técnica muy efectiva.
Usa la repetición espaciada para recordar hechos clave
Aunque el mejor aprendizaje no consiste en memorizar, está claro que recordar hechos es una parte importante del aprendizaje. Una de las mejores maneras de hacer esto es reforzarlos a través de la repetición espaciada. Hay una serie de consejos para memorizar, algunos con más consistencia científicas que otros.
Existe una batería de trucos o consejos que nos ayudarán a memorizar mejor. El mejor truco es estar convencido de que se recuerda mejor aquello que se comprende. También aquello que hemos trabajado más (lo que hemos subrayado, hecho resúmenes, esquemas mapas conceptuales…). Existen estrategias que pueden ayudarnos a memorizar:
Repetir las palabras hasta aprenderlas es un viejo truco y funciona. Aunque sea aburrido hay que tener paciencia.
Agrupar en categorías, por conjuntos de significados
Asociar cada palabra a algo que conocemos, a cosas que podemos visualizar y que nos sean fáciles de recordar. Cuando estudiábamos microbiología para memorizar salmonella visualizabamos un salero, para memorizar escherichia una escalera y así sucesivamente. Muchas veces recordar el inicio de la palabra es suficiente.
Intenta recordar en lugar de releer para ver si has aprendido el contenido
.Einstein solía decir: «No entiendes algo realmente hasta que eres capaz de explicárselo a tu abuela»
5. Modifica frecuentemente el escenario de estudio y aprendizaje
Si bien es cierto que, los entornos de aprendizaje y estudio elegidos favorecen nuestro rendimiento, no resulta conveniente que los conocimientos adquiridos permanezcan estrictamente atados a esos lugares. ¿Puede ser esta la explicación de que un tema que llevas bien preparado, en el momento del examen no fluya? Por este motivo se recomienda variar los entornos en los cuales llevamos a cabo el estudio.
Esta última recomendación nos ha sorprendido particularmente porque en principio parece que tener un lugar fijo de estudio es lo más aconsejado, pero recordando nuestras épocas de preparación de exámenes sí que es verdad que intuitivamente cambiábamos el escenario de estudio. Había días que el cuerpo te pedía estudiar en casa y días que te ibas a la biblioteca.
Es conveniente entonces, hacer un adecuado equilibrio entre la rutina que nos favorece y la movilidad que nos permite consolidar lo aprendido en todo momento y lugar.
Mantener limpias las manos es una de las maneras más importantes de prevenir la propagación de infecciones y enfermedades.
Las manos limpias previenen las infecciones. Mantener las manos limpias previene las enfermedades en la casa, la escuela y el trabajo. Las prácticas de higiene de las manos son herramientas clave de prevención en establecimientos médicos, guarderías, escuelas e instituciones públicas, y contribuyen a proteger la integridad de nuestros alimentos.
En la casa, el lavado de las manos puede prevenir la propagación de infecciones y enfermedades entre los miembros de la familia y, en ocasiones, en toda la comunidad.
La regla básica en la casa es lavarse las manos antes de preparar los alimentos, antes de comer, después de cambiar pañales, después de toser, estornudar o sonarse la nariz con un pañuelo desechable, o después de ir el baño.
Ignaz Semmelweis, un médico austro-húngaro, fue el primero que demostró, hace más de 150 años, que la higiene de las manos puede prevenir la propagación de enfermedades. El Dr. Semmelweis trabajaba en un hospital en Viena en el cual las pacientes del pabellón de maternidad estaban muriendo a un ritmo tan alarmante que ellas rogaban que las enviaran a casa La mayoría de las pacientes fallecidas habían sido atendidas por estudiantes de medicina que habían trabajado con cadáveres durante una clase de anatomía antes de iniciar sus rondas en el pabellón de maternidad.
Debido a que los estudiantes no se lavaban bien las manos después de tocar a los cadáveres y antes de atender a las pacientes (el lavado de las manos no era una práctica de higiene reconocida en esa época), una bacteria patógena se transmitía regularmente de los cadáveres a las madres a través de las manos de los estudiantes.
El resultado era una tasa de mortalidad cinco veces más alta en las madres que daban a luz en un pabellón del hospital que las que daban a luz en otro pabellón donde no eran atendidas por estudiantes de medicina.
En un experimento que sus colegas consideraron extraño, el Dr. Semmelweis insistió en que los estudiantes se lavaran las manos antes de atender a las mujeres. El resultado: el número de muertes en el pabellón de maternidad fue cinco veces menor.
La asistencia a guarderías se asocia a un aumento significativo del riesgo de enfermedad infecciosa aguda en la infancia.
Si bien estos riesgos pueden ser asumibles en niños sanos, a menudo resultan cuantitativamente inaceptables en niños con enfermedades crónicas, hasta el punto de que la evitación de la guardería podría ser en ellos una intervención preventiva rentable.
Pero a la hora de decidir la conveniencia de que un niño sea atendido o no en una guardería, no deben considerarse solo los riesgos sobre su salud. También debemos tener en cuenta si la familia dispone de sistemas de cuidado alternativos, así como los posibles beneficios de socialización y estimulación de la escolarización precoz.
Podrían proponerse alternativas para reducir el nivel de exposición, disminuyendo las horas de asistencia o el número de niños por centro, educando a los cuidadores sobre los principios de la transmisión de enfermedades, extremando las medidas de higiene y dictando normas claras para el manejo de los casos aparecidos y la protección ( Ver «Prevenir infecciones«) de sus contactos.
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