El tacatá o “carrutxes”, ¿Si o No?
Casi la mitad de los padres tienen un tacatá en casa, regalo muchas veces de familiares y amigos. Los padres los usan porque creen que facilitan el inicio de la marcha, porque los niños se entretienen y por la comodidad que tiene para el cuidador que el niño se desplace. Según los expertos, no está comprobado que cumpla una función de aprendizaje de la marcha y son muchas las desventajas que acarrea su uso.
Los fisioterapeutas del Reino Unido culpan a los andadores de ocasionar 4.000 lesiones anuales y también afirman que los andadores distorsionan la capacidad de los niños para desarrollar capacidades visuales y para caminar y les impide explorar correctamente su entorno.
El tacatá o carrutxes es una fuente potencial de accidentes. Un estudio publicado en Anales Españoles de Pediatría refiere accidentes en el 24,4% de los niños que lo utilizan, siendo los golpes (76,2%) y las heridas (14,3%) los problemas más frecuentes encontrados. Un 4,8% requieren ingreso hospitalario. Las caídas por las escaleras es un motivo importante de lesiones graves (yo personalmente atendí un caso de una niña con un hundimiento craneal por este motivo).
En Canadá las caídas por las escaleras por culpa de los andadores son la causa más frecuente de lesiones graves en la cabeza en niños menores de dos años. Entre 1990 y 2002 se dieron 1935 casos de lesiones provocadas por andadores en niños de entre 5 y 14 meses de edad. Por este motivo, los andadores están prohibidos en Canadá desde el año 2004.
A pesar de que muchos padres son conocedores del riesgo de accidentes que el tacatá puede suponer continúan utilizándolo, pensando quizás que eso a ellos no les ocurrirá. Proteger las escaleras, cerrar las puertas y estar pendientes del niño no siempre es suficiente (una llamada inesperada, una visita, algo que se nos está quemando en el fuego…).
La Asociación Española de Pediatría es tajante en este aspecto: El mejor andador para un bebé es el que no se usa.
La Alianza Europea para la Seguridad Infantil no recomienda la compra o el uso de andadores, debido al alto riesgo de lesiones que suponen para los niños.
Puedes buscar otras alternativas para que el bebé se entretenga de forma más segura.
En muchos países, se han promovido modificaciones de diseño para conseguir que los andadores sean «más seguros» gracias a disponer de una base mayor junto con otras medidas para evitar las caídas por las escaleras. Es demasiado pronto para determinar si la EN 1273: 2005 – la norma de andadores ha contribuido a la disminución en el número o la gravedad de las lesiones causadas por el andador.
Si a pesar de esta recomendación decide comprar un andador, es importante que disponga de las siguientes características de seguridad para ayudar a prevenir las caídas por las escaleras y otras lesiones:
- Compruebe que el andador cumpla la norma europea EN 1273: 2005 Andadores –
- Compruebe que el andador no quepa por las puertas para evitar que el niño pueda moverse entre habitaciones.
- Verifique que tiene un mecanismo de agarre para detener el andador al borde de un escalón.
Cómo utilizar el andador de una forma segura:
- Comprar una barrera de seguridad para las escaleras y asegúrese de que está cerrada en todo momento. Cierre todas las puertas.
- Evite que el niño utilice el andador en la cocina. Mantenga al niño alejado de las superficies calientes y de los contenedores. Mantenga cazuelas y elementos calientes alejados de los bordes de mesas y encimeras.
- Tenga cuidado con los cables de los electrodomésticos que cuelguen y otros objetos que el niño pueda agarrar mientras que utiliza un andador.
- Evite que su hijo utilice el andador en habitaciones con chimeneas u otros sistemas de calefacción expuestos.
- Mantenga al niño lejos de los baños, piscinas y otras fuentes de agua cuando utilice el andador.
- Permanezca con el niño cuando utilice el andador, y restrinja el uso del andador exclusivamente a superficies lisas. Ayude al niño a cruzar puertas o alfombras.
Mayo 2014